miércoles, 27 de febrero de 2008

Tercera Audiencia - 26 de Febrero 2008.

En la audiencia de hoy se escucharon tres declaraciones: la de Ana María Careaga, Gustavo Hernán Rojas y Emirledes Gerardina Sampallo.
Ana María fue secuestrada cuando tenía 16 años el 13 de junio de 1977, estando embarazada de 3 meses. Fue alojada en el Centro Clandestino de Detención “Club Atlético”, el mismo campo de concentración en el que fue alojada la madre de María Eugenia, Mirta M. Barragán.
Allí Ana María compartió su cautiverio con otras embarazadas como ella, Liliana Fontana y Laura Graciela Pérez Rey.
Ana María contó en primera persona las vejaciones, torturas y sufrimientos vividos dentro del campo de concentración. El trato degradante dado a todos los detenidos ilegalmente se reproducía con la misma brutalidad sobre las mujeres embarazadas y los niños y niñas que llevaban en su vientre. Esto se ve agravado por el hecho de que existía un objetivo que en aquel momento les era desconocido a las embarazadas: despojarlas de sus hijos, la más clara expresión de vida y resistencia que persistía en las condiciones más adversas.
El represor “encargado” de Ana María se llamaba Juan Carlos Gómez, apodado Baqueta. Asimismo Ana María refirió la presencia de un represor, médico, que participaba en la tortura.
Gustavo Hernán, hijo de Mirta M. Barragán y hermano de María Eugenia, refirió los terribles recuerdos que conservará para siempre del operativo llevado a cabo el 6 de diciembre de 1977, cuando su madre embarazada, el compañero de ésta y otra pareja que vivía con ellos fueron secuestrados. Rememoró el operativo, la presencia de personal militar y civil en el mismo, su estadía en la Comisaría 7ma., el ruido de las celdas. Gustavo pasó casi un mes en aquella Comisaría y pudo haber corrido la misma suerte que su hermana, pues un subcomisario lo llevaba a su casa diariamente al terminar sus tareas y volvía a llevarlo a la Comisaría en donde Gustavo pasó sus días hasta que afortunadamente su padre lo encontró.
Además Gustavo narró emocionado cómo siempre guardó el recuerdo de su madre embarazada y su espera por un hermano o hermana hasta el año 2001 en el que conoció a María Eugenia en la casa de las Abuelas.
Emirledes, hermana de Leonardo R. Sampallo, padre de María Eugenia, recordó los últimos momentos en los que tuvo contacto con su hermano en 1977 cuando Leonardo le hizo saber que sería padre y el encuentro con su sobrina en el año 2001, 24 años después de la desaparición de su hermano.