viernes, 15 de febrero de 2008

COMUNICADO DE PRENSA

Ref. Juicio por la apropiación de María Eugenia Sampallo Barragán

El próximo martes 19 de febrero el Tribunal Oral Federal Nº 5 (TOF Nº5) comenzará a juzgar al capitán retirado del Ejército, Enrique José Berthier, y al ex matrimonio de civiles compuesto por Osvaldo Arturo Rivas y María Cristina Gómez Pinto por la apropiación de María Eugenia Sampallo Barragán, primera nieta recuperada por Abuelas de Plaza de Mayo que querella a sus apropiadores.
A Rivas y Gómez Pinto se les imputa haber participado en la sustracción de María Eugenia de las manos de su madre y su padre, y de haber participado en su ocultación y retención. También se los acusa de haber participado en la falsificación ideológica de la partida de nacimiento con la que se inscribió a María Eugenia como su hija biológica y con la que se obtuvo su documento nacional de identidad falso, suprimiendo así el estado civil y la identidad de María Eugenia. A Enrique José Berthier se lo acusa de los mismos delitos, así como también de haber participado en la falsificación ideológica del certificado de nacimiento suscripto por el médico militar Julio César Cáceres Monie.
Antecedentes
En junio de 2000 María Eugenia se presentó por voluntad propia en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) para resolver las dudas sobre su identidad. Después de un año, la CONADI le informó que el examen de ADN realizado en el Banco Nacional de Datos Genéticos había tenido resultado positivo. Y le entregaron el legajo de CONADEP de su madre desaparecida Mirta Mabel Barragán. De esta forma, María Eugenia recuperó su verdadera identidad. Tiempo después en el Banco Nacional de Datos Genéticos se realizó el examen de ADN que determinó que su padre es Leonardo Sampallo.
Luego de ello se inició la causa penal contra, por una lado, los apropiadores de María Eugenia, acusados de haberla sustraído, ocultado y retenido, de haberle suprimido su identidad y acusados finalmente de falsificar su partida de nacimiento. Por otro, a Enrique José Berthier, acusado de habérsela entregado a aquellos.
Después de más de cinco años de trámites judiciales y tras infinidad de argucias para dilatar los trámites, la causa llega a su juicio oral.
Las Abuelas de Plaza de Mayo acompañamos a María Eugenia en este juicio y anhelamos que el TOF Nº 5 tome los recaudos correspondientes para que el juicio transcurra de acuerdo al debido proceso, teniendo en cuenta que fue este mismo Tribunal quien fracasó con juicio al represor Héctor Febres. Deseamos así que la justicia condene a los tres máximos responsables del delito de privar a María Eugenia de su identidad y así de su libertad a durante 24 años.

Buenos Aires, 14 de febrero de 2008

Tel. 43840983 int. 104 / Mail. difusion@abuelas.org.ar
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Información sobre desarrollo del juicio


Un insólito pedido de la defensa de un ex militar a la justicia pone en peligro el derecho a la identidad

La defensa de José Berthier (acusado de entregar a Maria Eugenia Sampallo Barragán a sus apropiadores) pidió al tribunal que se realizara un nuevo examen de ADN a la joven, poniendo en peligro su derecho a la identidad y el de todos los nietos restituidos

En el mes de junio de 2000 María Eugenia se presentó por voluntad propia en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad y pidió que se le realizaran los exámenes de ADN para establecer su identidad.
Después de un año, la CONADI le informó a María Eugenia que el examen de ADN realizado en el Banco Nacional de Datos Genéticos había tenido resultado positivo. Y le entregaron el legajo de CONADEP de su madre desaparecida Mirta Mabel Barragán. De esta forma, María Eugenia recuperó su verdadera identidad.
Tiempo después en el Banco Nacional de Datos Genéticos se realizó el examen de ADN que determinó que su padre es Leonardo Rubén Sampallo.
Luego de ello se inició la causa penal contra los apropiadores de María Eugenia, acusados de haberla sustraído, ocultado y retenido, acusados también de haberle suprimido su identidad y acusados finalmente de falsificar su partida de nacimiento.
Los acusados son tres: por un lado Osvaldo Rivas y María Cristina Gómez Pinto, que formaban un matrimonio en cuya casa vivió María Eugenia, y por otro el Capitán retirado del Ejército Enrique José Berthier, acusado de habérsela entregado a aquellos.
En el marco del proceso judicial, el 4 de junio de 2003 se emitió una sentencia que declaró la nulidad de la inscripción en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas de la Capital Federal, del nacimiento de María Eugencia Violeta Rivas y dispuso:
“ORDENAR al precitado funcionario público la INMEDIATA INSCRIPCION de María Eugenia Violeta Rivas con sus verdaderos datos filiatorios, quien deberá ser anotada como María Eugenia Sampallo Barragán, hija de Mirta Mabel Barragán y Edgardo Rubén Sampallo, nacida el 8 de febrero de 1978, en Capital Federal”.
El matrimonio estuvo detenido en prisión preventiva hasta principios del año 2006. El militar recibió recientemente una sentencia favorable de excarcelación, pero su libertad no se hizo efectiva porque está apelada. Actualmente cumple prisión preventiva en el Instituto Penal de las Fuerzas Armadas, en un régimen flexible y privilegiado, que le ha permitido por ejemplo realizar más de 7 salidas para atenderse con un odontólogo.
Después de más de cinco años de trámite judicial, y tras infinidad de argucias para dilatar el trámite, sobre todo de Berthier, a mediados del 2006 la causa penal fue elevada al Tribunal Oral Federal Nº 5 para realizar el juicio oral.
Cuando ya casi estaban dadas las condiciones para empezar a definir fechas de las audiencias, la defensa del militar Berthier –los otros dos imputados no lo hicieron-- pidió al Tribunal que se realizara un nuevo examen de ADN de María Eugenia, que estuviera a cargo del Cuerpo Médico Forense.
Sorprendentemente, el Tribunal Oral hizo lugar a esa medida.
Esta decisión no hace otra cosa que poner en peligro el derecho a la identidad no sólo de María Eugenia sino de los 38 nietos recuperados por las Abuelas de Plaza de Mayo mediante el procedimiento establecido en las leyes 23.511 (Banco Nacional de Datos Genéticos) y 25.457 (CONADI).
No existen motivos válidos para repetir un exámen de ADN realizado conforme el procedimiento de las leyes mencionadas, que tiene carácter público, que goza de la imparcialidad e independencia necesarias, y el cual preve la intervención de un representante de la Procuración General y un representante de la Defensoría General. Según el artículo 2, inciso b de la ley 23.511 el organismo oficial para realizar los exámenes de ADN es el Banco Nacional de Datos Genéticos.
En el caso de María Eugenia, además, la certeza absoluta del análisis de ADN se desprende de la sentencia judicial que le restituyó su verdadera identidad y mandó inscribirla en el Registro de las Personas, resolución que se encuentra firme y adquirió el carácter de cosa juzgada.
Pero lo que definitivamente atenta contra el derecho a la identidad de los nietos recuperados, y de los que en el futuro se recuperen, es la decisión del Tribunal Oral Nº 5 de realizar el análsis de ADN de María Eugenia en el Cuerpo Médico Forense.
Esta entidad que actúa en el ámbito del Poder Judicial para asuntos médicos, psicológicos y psiquiátricos, y que ha sido sistemáticamente denunciada por mal desempeño y por malversar informes, no posee ni los medios ni los conocimientos científicos apropiados para realizar un examen de ADN, y lo que hace es “tercerizarlos”, es decir, solicita a entidades privadas que lo realicen (como el “Primer Centro Argentino de Inmunogenética - PRICAI) llegando en ocasiones a suscribir esos estudios como propios, tal cual ocurrió en otra causa penal de apropiación caratulada “Mancuso, Carlos A. y otro s/supresión de identidad”, causa Nº 23.029 del Juzgado Federal 5 de Capital Federal. En esta causa la Cámara Federal de Apelaciones declaró nulos los informes del Cuerpo Médico Forense, algo que no tuvo en cuenta el Tribunal Oral Nº 5.
La decisión de este Tribunal de realizar un nuevo análisis de ADN en el Cuerpo Médico Forense va a ser impugnado por María Eugenia y su abuela ante la Cámara de Casación Penal.
Es que este precedente judicial, al poner en duda el procedimiento público de restitución de identidad utilizado por las Abuelas de Plaza de Mayo y al disponer repetir el examen de ADN en una entidad inidónea que no garantiza las mínimas condiciones de seguridad e imparcialidad, no hace otra cosa que poner en peligro concreto el derecho a la identidad no sólo de María Eugenia sino del resto de los nietos recuperados, y de los que en el futuro se restituyan.

Nota publicada en: Mensuario de Abuelas de Plaza de Mayo Nº 57, noviembre de 2006.

María Eugenia recuperó su identidad

En diciembre de 2001, las Abuelas de Plaza de Mayo hicieron pública la recuperación de la identidad de María Eugenia Barragán y el encuentro con su familia. Ya son 72 los nietos localizados a lo largo de los 24 años de lucha ininterrumpida de la asociación


El 27 de diciembre de 2001 las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron que María Eugenia Barragán recuperó su identidad. Cerraban así un año de intenso trabajo con una
muy buena noticia.
La historia del encuentro número 72 es la siguiente:
En 1980 recibimos la denuncia de la desaparición de Mirta Mabel Barragán y su compañero Leonardo Sampallo el día 6 de diciembre de 1977 de su domicilio en Capital Federal. Mirta
tenía un hijito de 3 años de edad fruto de un matrimonio anterior y estaba a la fecha embarazada de seis meses. La denuncia la realiza en Abuelas de Plaza de Mayo la abuela Azucena Flora Martín de Barragán, quien relata los hechos aclarando que el niño de tres años fue entregado
por la policía al abuelo paterno el día 30 de diciembre del mismo año. El abuelo no supo explicar quién ordenó la entrega ni dónde estuvo el niñito durante esos días, aunque por sus recuerdos había estado en una guarnición policial.
La pareja tenía una actividad gremial, Leonardo en Astilleros de La Plata y Mirta en la fábrica SIAP también de La Plata.
En 1989 se recibieron en nuestra institución denuncias anónimas sobre una criatura apropiada por un matrimonio que la había inscripto como hija propia, lo que motivó una extensa investigación para recopilar las circunstancias y el posible origen de la niña. Tomó entonces también intervención el Poder Judicial de la Nación desde la Procuración General por medio de un representante del Ministerio Público a fin de ordenar la realización de los análisis inmunogenéticos a la menor.
La causa judicial quedó radicada en el Juzgado Federal N° 1 a cargo de la Dra. María Romilda
Servini de Cubría, la que fue informada por los responsables del Banco Nacional de Datos Genéticos de la realización de la prueba hemática por el sistema de HLA, sin resultar informativa de la relación parental posible.
El día 21 de junio del año 2000 se presentó ante la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, que funciona dentro de la Subsecretaría de Derechos Humanos, una joven de nombre María Eugenia, quien sabe desde los siete años que no es hija biológica de quienes le figuraban como padres.
El apropiador de la menor era empleado de Terrabusi, la apropiadora ama de casa, ellos le cuentan historias contradictorias sobre su origen diciéndole que les fue entregada por un militar conforme testimonios obrantes en la ex CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas). La entregaron de dos meses de vida en marzo de 1978 y fue inscripta en mayo del mismo año.
Ante las evidencias y visto que su partida de nacimiento fue firmada por el Dr. Julio César Cáseres Monié, se volvió analizar el día 19 de julio del 2000. El 24 de julio del 2001 se recibió el informe del Banco Nacional de Datos Genéticos que confirmó que María Eugenia es hija de Mirta Barragán con una probabilidad del 99,99%. María Eugenia fue informada de que será notificado el Juzgado competente a los fines de la prosecución de la acción penal. Ante estas evidencias y
la solicitud de María Eugenia de conocer a su familia, Abuelas de Plaza de Mayo se comunicó inmediatamente con la familia Barragán a fin de darles la buena nueva y propiciar el encuentro de la joven con ellos. Rápidamente y con gran emoción se vieron por primera vez, 23 años después, en nuestra sede, compartiendo escenas de profunda emoción, narración de la historia, recuerdos, parecidos y la presencia del hermano, aquel niño de sólo tres añitos que quedó huérfano de su mamá y de una hermanita que esperaba ver nacer.
Su abuela materna y demás familiares denunciaron en la causa abierta hace muchos años a sus
apropiadores y al militar que se presume que la entregó. La jueza actuante Dra. Servini de Cubría toma declaración al apropiador y el mismo se encuentra detenido, siguiendo la investigación en curso, en la búsqueda de la verdad para María Eugenia y sus padres, Mirta y Leonardo. María Eugenia está reconstruyendo su historia y la historia de vida de sus padres mediante una permanente relación con sus familiares.

Nota publicada en: Mensuario Abuelas de Plaza de Mayo, Nº 14, marzo de 2002.