viernes, 29 de febrero de 2008

Cuarta Audiencia – 27 de febrero de 2008

A la cuarta audiencia fueron convocadas a prestar declaración Alicia Nora González, Olga Norma González, Luisa Mercedes Melgarejo, Rita María José Lodeiro y la Dra. Ana María Di Lonardo.

La declaración de Alicia N. Gonzalez fue reprogramada para el Martes 4 de febrero por problemas de salud de la testigo.

En cuanto a Olga N. Gonzalez, vecina del departamento de la imputada Gómez Pinto, afirmó contundentemente que “jamás vio a Gómez Pinto embarazada”.
La testigo también refirió diversas versiones que le fueron contadas por Gomez Pinto con respecto al origen de Maria Eugenia; entre ellas se destaca nuevamente el rol de Berthier como entregador y la responsabilidad de Cáceres Monié.
Asimismo reconfirmó los malos tratos por parte de la imputada hacia Maria Eugenia desde edad temprana. En este contexto recordó con angustia haber escuchado la impactante frase: “hija de guerrillera tenías que ser para ser tan rebelde”, lo cual le llamó la atención, pues nunca había contemplado esa posibilidad.
Olga refirió que desde temprana edad María Eugenia esperaba poder encontrar alguna vía para encontrar a sus padres; así rememoró que de niña le pidió que la acompañara a la Comisaría del barrio para buscar a sus padres.
También confirmó la relación entre Berthier, la madre de éste y la imputada Gómez Pinto.
Cabe destacar que la defensa tuvo un rol poco serio en cuanto a las preguntas que le fueron formuladas a la testigo, lo que ameritó una fuerte intervención por parte del Presidente del Tribunal, Dr. Gordo.

Las declaraciones de Luisa M. Melgarejo, hermana “del corazón” de la imputada Gómez Pinto, y de Rita María José Lodeiro, amiga de la imputada, fueron desistidas por la Fiscalía y la Querella.

Finalmente la Dra. Ana María Di Lonardo, ex directora del Banco Nacional de Datos Genéticos que funciona en el Hospital Carlos G. Durand, explicó en su declaración el procedimiento seguido para la obtención del resultado que confirmó la identidad de María Eugenia Sampallo Barragán, recapitulando además el largo y complejo camino, recorrido a nivel nacional e internacional, para realizar lo que la Dra. denominó una “disección molecular de la identidad” a partir del análisis del ADN.
También hizo referencia a la importancia de contar con material genético de las familias denunciantes en el BNDG para poder identificar a los niños robados durante la última dictadura.

Cabe destacar que en esta audiencia estuvieron presentes los imputados Berthier y Gomez, quienes intercambiaron animados comentarios antes de la audiencia.

jueves, 28 de febrero de 2008

Nuevo Cronograma de Audiencias

Nuevo cronograma.
Jueves 28.02 /Declaraciones:
Liliana B. Ghibaudi
Maria del Carmen Seoane
Carlos Alberto Gomez
Claudia Carlotto
Eduardo Jose Maria de Casas

Martes 04.03 /Declaraciones:
Guillermo A. Anzorena
Claudia P. Belloni
Pablo A. Pisano
Eloy Rafael Garcia Sordelli
Maria Cristina Tortti

Martes 11.03 /Alegato de la querella

Miercoles 12.03 /Alegato de la Fiscalia

Martes 25.03 /Alegato defensa

Miercoles 26.03 /Alegato defensa

Martes 01.04 /Réplicas

Miercoles 02.04 /Duplicas

Viernes 04.04 /SENTENCIA

miércoles, 27 de febrero de 2008

Tercera Audiencia - 26 de Febrero 2008.

En la audiencia de hoy se escucharon tres declaraciones: la de Ana María Careaga, Gustavo Hernán Rojas y Emirledes Gerardina Sampallo.
Ana María fue secuestrada cuando tenía 16 años el 13 de junio de 1977, estando embarazada de 3 meses. Fue alojada en el Centro Clandestino de Detención “Club Atlético”, el mismo campo de concentración en el que fue alojada la madre de María Eugenia, Mirta M. Barragán.
Allí Ana María compartió su cautiverio con otras embarazadas como ella, Liliana Fontana y Laura Graciela Pérez Rey.
Ana María contó en primera persona las vejaciones, torturas y sufrimientos vividos dentro del campo de concentración. El trato degradante dado a todos los detenidos ilegalmente se reproducía con la misma brutalidad sobre las mujeres embarazadas y los niños y niñas que llevaban en su vientre. Esto se ve agravado por el hecho de que existía un objetivo que en aquel momento les era desconocido a las embarazadas: despojarlas de sus hijos, la más clara expresión de vida y resistencia que persistía en las condiciones más adversas.
El represor “encargado” de Ana María se llamaba Juan Carlos Gómez, apodado Baqueta. Asimismo Ana María refirió la presencia de un represor, médico, que participaba en la tortura.
Gustavo Hernán, hijo de Mirta M. Barragán y hermano de María Eugenia, refirió los terribles recuerdos que conservará para siempre del operativo llevado a cabo el 6 de diciembre de 1977, cuando su madre embarazada, el compañero de ésta y otra pareja que vivía con ellos fueron secuestrados. Rememoró el operativo, la presencia de personal militar y civil en el mismo, su estadía en la Comisaría 7ma., el ruido de las celdas. Gustavo pasó casi un mes en aquella Comisaría y pudo haber corrido la misma suerte que su hermana, pues un subcomisario lo llevaba a su casa diariamente al terminar sus tareas y volvía a llevarlo a la Comisaría en donde Gustavo pasó sus días hasta que afortunadamente su padre lo encontró.
Además Gustavo narró emocionado cómo siempre guardó el recuerdo de su madre embarazada y su espera por un hermano o hermana hasta el año 2001 en el que conoció a María Eugenia en la casa de las Abuelas.
Emirledes, hermana de Leonardo R. Sampallo, padre de María Eugenia, recordó los últimos momentos en los que tuvo contacto con su hermano en 1977 cuando Leonardo le hizo saber que sería padre y el encuentro con su sobrina en el año 2001, 24 años después de la desaparición de su hermano.

jueves, 21 de febrero de 2008

Segunda audiencia – jueves 21 de febrero de 2008

Durante la segunda jornada del juicio que acusa a Osvaldo Arturo Rivas, María Cristina Gómez Pinto y al militar retirado Enrique José Berthier por la apropiación de María Eugenia Sampallo Barragán se inició la rueda de testigos. Allí la misma María Eugenia fue convocada en calidad de primera testigo.
Antes de prestar juramento, el juez comenzó con los habituales procedimientos y, entre otras cosas, quiso saber su lugar y fecha de nacimiento: “no lo sé", respondió Eugenia. Con lo que el presidente del tribunal debió reformular la pregunta y pedirle los datos que figuran en su Documento Nacional de Identidad. María Eugenia, luego de recuperar su identidad, sólo pudo reconstruir que nació a fines de enero o principios de febrero de 1977 durante el cautiverio de su madre, tal vez en el Hospital Militar.
La fiscalía
A continuación la fiscalía preguntó a María Eugenia cómo fue el momento en que se enteró de que no era hija de Gómez y Rivas, y a partir de ahí la joven comenzó un minucioso y conmovedor relato, que duró algo más de dos horas.
La primera versión sobre su origen la tuvo en los primeros años de primaria " en 1985, 86". Nelly López, una amiga de los Rivas- Gómez (que se la presentaban como psicóloga y docente) la llevó su cuarto de entonces y le explicó que sus padres biológicos habían tenido un accidente al que ella había sobrevivido, y que los Rivas se habían hecho cargo y habían decidido adoptarla. “No lo recuerdo como algo triste, pero sí recuerdo que en ese momento quise saber quienes eran mis padres”.
La segunda versión no recuerda si fue de boca de Gómez, de Rivas, o de los dos, pero decía que María Eugenia era hija de una empleada doméstica que había trabajado en la casa de los padres de Rivas, y que por cuestiones económicas no había podido criarla y por eso ellos habían decidido adoptarla. Esto llamó la atención a María Eugenia ya que "nada tenía que ver con la primera versión y además la casa de los padres de Rivas tenía poco espacio como para tener viviendo con ellos a una empleada".
Para ese entonces María Eugenia vivía con Gómez, Rivas y la mamá de Gómez. Luego, la madre de Gómez enfermó y el matrimonio comenzó a deteriorarse. Gómez y Rivas discutían con frecuencia, Gómez también solía reprender a Eugenia para descargarse hasta que, en 1988 se separaron. Entonces Eugenia quedó viviendo con Gómez en terribles condiciones, ya que la mujer estaba alterada, no trabajaba, Rivas no le pasaba dinero y solía descargarse con la niña. En estas ocasiones también solía reprocharle que era una desagradecida por “todo” lo que Rivas y ella le habían brindado: “comida y alojamiento”, ironizó Eugenia durante el testimonio.
En esta época surgieron otras cuantas versiones sobre su origen, por lo general cuando la mujer entraba en ira: que era hija de una azafata extranjera que la había concebido extramatrimonialmente, entre otras. Pero una de las versiones que más empezó a cerrar a Eugenia fue la que señalaba a José Berthier (amigo del matrimonio) como quien la habría entregado. Gómez le dijo que Berthier un día los llamó para avisarles que había una niña abandonada en el Hospital Militar, porque sabía que ellos querían tener hijos y no podían. Con Berthier entraba a escena un nombre y apellido “algo real”.
Tiempo después -en 1989- Eugenia recuerda que se presentaron unas mujeres en la casa y que Gómez la obligó a irse a lo de una vecina. Al regresar, le explicó que se trataba de unas viejas que la querían sacar de su lado. Eugenia cree que esto ocurrió en alguna otra oportunidad y hoy sabe que esas “viejas” eran las “Abuelas de Plaza de Mayo”, que habían recibido denuncias sobre su paradero. Al poco tiempo Eugenia debió sacarse sangre en el Hospital Durand, pero su resultado del examen de histocompatibilidad no incluyó con el de ninguna familia de desaparecidos, puesto que se trataba de un análisis menos preciso que el de ADN.
Eugenia continuo viviendo en lo de Gómez hasta que las escenas de violencia comenzaron a repetirse cada vez con más frecuencia e intensidad y Eugenia decidió acudir a Rivas para mudarse a vivir con él. Rivas en ese momento se encontraba viviendo con una nueva pareja, Alicia Nora González (y sus dos hijas). Al principio Rivas se negó “porque no quería que le causara problemas”, pero Eugenia insistió y el hombre terminó aceptando.
Eugenia vivía como una visita no deseada, con lo puesto, y todas sus pertenencias habían sido embolsadas y llevadas al lavadero de la casa. La joven explicó que en ese momento se sentía bastante sola, porque al menos en lo de Gómez podía refugiarse en lo de los vecinos. Así la niña se acercó a unas tías de Rivas que vivían cerca y comenzó a pasar gran parte del tiempo allí. Fue en lo de estas mujeres que una tarde recibió el llamado de otra amiga de Gómez (Liliana Beatriz Ghibaudi) que le decía que se fuera a veranear con ella a Funes. Eugenia se sorprendió por lo precipitado de la propuesta y le explicó que debía recoger algunas cosas de lo de Rivas, pero Liliana le dijo que no hacía falta y que fuera a lo de Gómez por donde la pasaría a buscar. Al llegar a lo de Gómez vio que las bolsas con sus pertenencias estaban ahí y entendió que Rivas no quería que viviera más con él. Eugenia estuvo un mes y medio en Funes y cuando volvió, a pesar de la disconformidad de Gómez, se quedó viviendo allí. Corría el año1990, la situación no era buena, pero la ira de Gómez se aplacaba con la presencia de los nuevos habitantes de la casa: Luisa Melgarejo (otra amiga de Cristina Gómez) y sus hijos se habían mudado a vivir con ellas.
El siguiente recuerdo que Eugenia tiene vinculado con la búsqueda de su origen es de 1991, con una visita imprevista de Berthier a la casa. Gómez no estaba, por lo que Eugenia no lo hizo pasar y esto derivó en un comentario de Melgarejo que la hizo pensar. “Vos no lo hiciste pasar porque no te querés enfrentar a lo que él sabe”, “o algo así”, recuerda Eugenia. Desde entonces esperó una nueva visita de Berthier para hacerle las preguntas correspondientes. El encuentro se concretó en 1994, el militar fue a visitar a Gómez y al final Eugenia lo acompañó para preguntarle qué sabía sobre su llegada a los brazos de Rivas y Gómez. Pero no le dijo más de lo que ella ya sabía.
En 1997 los Melgarejo se fueron de la casa de Gómez y la violencia ejercida por la apropiadora nuevamente se incrementó, así fue que Eugenia a finales de ese año se fue de la casa. Ella ya estaba estudiando en la universidad y trabajando.
La querella
A esta altura de la audiencia Eugenia finalizó contó el relato y entonces el abogado querellante, Tomás Ojea Quintana, hizo algunas otras preguntas para completar: cómo llegó a la CONADI, cómo conoció a su familia materna y paterna, para conocer algunos otros detalles.
Eugenia contó que en el año 1999 volvió a buscar fotos de su infancia y a preguntarle a Gómez cómo había llegado a sus manos. Pero la charla –como de costumbre- terminó en discusión y Gómez concluyó diciéndole que fuera a buscar a su famita al programa televisivo “gente que busca gente”. Por suerte Eugenia no se rindió y con ayuda amigos y amigas, en el 2000, resolvió volver a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), allí contó su historia, se realizó los exámenes de ADN -tecnología más avanzada que permite saber el parentesco sin necesidad de que esté la sangre de la rama paterna- y así se enteró de que su familia materna era la Barragán. Más tarde, la CONADI logró localizar a los Sampallo y allí sí la ciencia le confirmó que era Maria Eugenia Samapallo Barragán. Sólo entonces, a los 23 años, pudo encontrarse con la familia que la buscaba desde antes de nacer en el cautiverio de su madre, y desligarse de quienes la robaron y trataron como un objeto desde el momento que la tuvieron en sus manos.
También, a pedido del abogado que la representa, Eugenia explicó cómo logró terminar sus estudios en aquellas condiciones económicas y sociales adversas. “Una maestra me sugirió que me inscribiera en una especie de concurso con el que se obtendría una beca”. Por lo que el secundario lo hizo con ayuda de ese concurso que ganó, por mérito propio, en séptimo grado luego de rendir un examen entre mejores alumnos de la ciudad. El premio era una beca anual para todos los años de secundario en una escuela estatal.
Después de escuchar a Eugenia no quedaron dudas del ocultamiento deliberado que Rivas y Gómez hicieron sobre su origen; además del descuido y maltrato permanentes que sufrió Eugenia durante su infancia y adolescencia, mientras que su familia la reclamaba.
Eugenia se mantuvo entera durante todo el relato, demostrando su fortaleza. La sala estaba llena y de los imputados sólo Rivas asistió a la audiencia. Cuando la joven terminó de testificar y el recinto estalló en aplausos, decenas de representantes de organismos de Derechos Humanos, familiares, nietos, hijos y amigos la habían ido a apoyar en esta jornada tan especial.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Terminología a tener en cuenta:

Osvaldo Arturo Rivas y María Cristina Gómez Pinto no son ni fueron los “padres adoptivos”, menos aún “los padres” de María Eugenia Sampallo Barragán. Son sus apropiadores, ya que no existió ningún trámite legal de adopción. Ambos individuos inscribieron a la niña como si fuera hija propia y le ocultaron su verdadero origen.

María Eugenia Sampallo Barragán no está haciendo juicio a “su familia”. Osvaldo Arturo Rivas y María Cristina Gómez Pinto la criaron sin el consentimiento de su familia biológica que la buscó desde antes de nacer en cautiverio. La familia de Eugenia la acompaña en el juicio contra sus apropiadores y el militar que la entregó como si se tratara de un objeto.

Primera audiencia – martes 19 de febrero de 2008

Durante la primera jornada del juicio por la apropiación de María Eugenia Sampallo Barragán se leyeron los escritos acusatorios de los fiscales Luis Comparatore y Patricio Evers, quienes estuvieron a cargo de la instrucción del caso.
A José Enrique Berthier, Osvaldo Arturo Rivas y Cristina Gómez Pinto se les imputa supresión del estado civil en concurso ideal con falsificación ideológica de documento público destinado a acreditar identidad y falsificación de documento público en concurso real con la sustracción, retención y ocultamiento de una menor de 10 años.
En la acusación la fiscalía solicitó que se condene a Berthier a 10 años, a Rivas a 8 años y a Gomez Pinto a 7 años, aunque se espera que al finalizar los alegatos se solicite una condena mayor.
Luego, la querella aportó dos nuevas pruebas en contra de Berthier: una, relacionándolo con los grupos de tareas del Centro Clandestino de Detención “El vesubio”, lo que produjo la reacción del defensor particular de Berthier oponiéndose a su incorporación y demostrando claramente su sorpresa e incomodidad por lo encontrado. La otra prueba lo señala como autor de persecución ideológica durante la última dictadura contra un ciudadano italiano, quien identificó a Berthier como jefe del Regimiento 3 de la Tablada. Se trata de una denuncia que recibió la Cancillería Argentina por parte de la embajada de Italia.
Posteriormente se dejó abierto el debate y se invitó a los acusados a declarar. Rivas hizo uso de su derecho a no hablar y se leyeron las declaraciones que constan en la causa. Gómez también se negó a declarar y su defensa solicitó que no se incorporaran las afirmaciones incorporadas en el requerimiento de elevacióna juicio aludiendo que esta declaración no había sido tomada con todas las garantías de una declaración indagatoria. La mujer en su declaración informativa había dicho: “Y fue Berdier o Berthier quien entregó la criatura a mi ex esposo”, pero luego –inverosímilmente- se retractó en un posterior careo (el careo de fs. 292) con el mismo Berthier.
Tanto la querella como la fiscalía habían previsto esta situación por lo que expusieron vastos argumentos a fin de que se rechace este pedido. El tribunal le dio la razón a la querella y a la fiscalía y se incorporó por lectura la declaración de la imputada Gómez Pinto.
A continuación se hizo un cuarto intermedio y al regreso se le ofreció declarar al imputado Berthier, quien al igual que los otros acusados, se negó a hablar. Con esto finalizó la primera audiencia de debate que continuará el jueves 21 con los testigos de las partes, siendo María Eugenia la primera en declarar.
Las Abuelas de Plaza de Mayo Alba Lanzillotto, Buscarita Roa y Elsa Oesterheld se acercaron al tribunal para acompañar a María Eugenia. También estuvieron presentes otros nietos recuperados: Victoria Donda, Tatiana Sfiligoy y Gabriel Cevasco; y nietos que aún hoy buscan a sus hermanos nacidos en cautiverio como María Eugenia: Juliana García, Mario Frías y Eduardo De Pedro.
El equipo jurídico de Abuelas de Plaza de Mayo, demás integrantes de la Asociación y representantes de organismos de Derechos Humanos también se acercaron a los tribunales de Comodoro Py; además del Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde y Rodolfo Ojea Quintana, subsecretario de Coordinación y Cooperación Internacional, entre otros funcionarios. Todo sirvió para contrarrestar la absurda presencia de los activistas de “memoria completa” que intentan mantener impunes los crímenes de lesa humanidad.

lunes, 18 de febrero de 2008

Comienza el juicio a los apropiadores de María Eugenia Sampallo Barragán

Martes 19 de febrero de 2008- 9.00 hs.
Comodoro Py 2002 - Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Cronograma de Audiencias:
Martes 19 de febrero
Jueves 21 de febrero / Testigos: Ma. Eugenia Sampallo Barragán (10.15), Azucena Flora Martín (11.00), Blanca Barragán (11.45), Eduardo Casimiro Elizondo (14.00).
Martes 26 de febrero / Testigos: Ma. Cristina Tortti (10.00), Ana María Careaga (10.45), Gustavo Hernán Rojas (11.30), Emerlides Gerardina Sampallo (12.15).
Miércoles 27 de febrero / Testigos: Alicia Nora González (10.00), Olga Nora González (11.00), Luisa Mercedes Melgarejo (11.45), Rita María José Lodeiro (13.00).
Jueves 28 de febrero / Testigos: María del Carmes Seoane (10.45), Carlos Alberto Gómez (11.30), Hugo Villar Saravia (14.00), Eduardo José María de Casas (14.45).
Martes 4 de marzo / Testigos: Víctor Alejandro Gallo (10.00), Ramón Alberto Varela (10.30), Héctor Antonio Maradei (11.00), Eloy Rafael García Sordelli ( 11.30), Ana MAría Di Lonardo (13.00).
Miércoles 5 de marzo / Testigos: Claudia Susana Carlotto ( 10.00), Ana María Nievas (10.45), Guillermo Adolfo Anzorena (11.30), Claudia Beatriz Belloni (12.00), Pablo Andrés Pisano (12.15).


Acreditaciones 9.00 hs. en Comodoro Py 2002.
Baje el pdf del requerimiento de elevación a juicio de la página de Abuelas http://www.abuelas.org.ar/


viernes, 15 de febrero de 2008

COMUNICADO DE PRENSA

Ref. Juicio por la apropiación de María Eugenia Sampallo Barragán

El próximo martes 19 de febrero el Tribunal Oral Federal Nº 5 (TOF Nº5) comenzará a juzgar al capitán retirado del Ejército, Enrique José Berthier, y al ex matrimonio de civiles compuesto por Osvaldo Arturo Rivas y María Cristina Gómez Pinto por la apropiación de María Eugenia Sampallo Barragán, primera nieta recuperada por Abuelas de Plaza de Mayo que querella a sus apropiadores.
A Rivas y Gómez Pinto se les imputa haber participado en la sustracción de María Eugenia de las manos de su madre y su padre, y de haber participado en su ocultación y retención. También se los acusa de haber participado en la falsificación ideológica de la partida de nacimiento con la que se inscribió a María Eugenia como su hija biológica y con la que se obtuvo su documento nacional de identidad falso, suprimiendo así el estado civil y la identidad de María Eugenia. A Enrique José Berthier se lo acusa de los mismos delitos, así como también de haber participado en la falsificación ideológica del certificado de nacimiento suscripto por el médico militar Julio César Cáceres Monie.
Antecedentes
En junio de 2000 María Eugenia se presentó por voluntad propia en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) para resolver las dudas sobre su identidad. Después de un año, la CONADI le informó que el examen de ADN realizado en el Banco Nacional de Datos Genéticos había tenido resultado positivo. Y le entregaron el legajo de CONADEP de su madre desaparecida Mirta Mabel Barragán. De esta forma, María Eugenia recuperó su verdadera identidad. Tiempo después en el Banco Nacional de Datos Genéticos se realizó el examen de ADN que determinó que su padre es Leonardo Sampallo.
Luego de ello se inició la causa penal contra, por una lado, los apropiadores de María Eugenia, acusados de haberla sustraído, ocultado y retenido, de haberle suprimido su identidad y acusados finalmente de falsificar su partida de nacimiento. Por otro, a Enrique José Berthier, acusado de habérsela entregado a aquellos.
Después de más de cinco años de trámites judiciales y tras infinidad de argucias para dilatar los trámites, la causa llega a su juicio oral.
Las Abuelas de Plaza de Mayo acompañamos a María Eugenia en este juicio y anhelamos que el TOF Nº 5 tome los recaudos correspondientes para que el juicio transcurra de acuerdo al debido proceso, teniendo en cuenta que fue este mismo Tribunal quien fracasó con juicio al represor Héctor Febres. Deseamos así que la justicia condene a los tres máximos responsables del delito de privar a María Eugenia de su identidad y así de su libertad a durante 24 años.

Buenos Aires, 14 de febrero de 2008

Tel. 43840983 int. 104 / Mail. difusion@abuelas.org.ar
www.abuelas.org.ar / http://www.juiciosampallobarragan.blogspot.com

Información sobre desarrollo del juicio


Un insólito pedido de la defensa de un ex militar a la justicia pone en peligro el derecho a la identidad

La defensa de José Berthier (acusado de entregar a Maria Eugenia Sampallo Barragán a sus apropiadores) pidió al tribunal que se realizara un nuevo examen de ADN a la joven, poniendo en peligro su derecho a la identidad y el de todos los nietos restituidos

En el mes de junio de 2000 María Eugenia se presentó por voluntad propia en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad y pidió que se le realizaran los exámenes de ADN para establecer su identidad.
Después de un año, la CONADI le informó a María Eugenia que el examen de ADN realizado en el Banco Nacional de Datos Genéticos había tenido resultado positivo. Y le entregaron el legajo de CONADEP de su madre desaparecida Mirta Mabel Barragán. De esta forma, María Eugenia recuperó su verdadera identidad.
Tiempo después en el Banco Nacional de Datos Genéticos se realizó el examen de ADN que determinó que su padre es Leonardo Rubén Sampallo.
Luego de ello se inició la causa penal contra los apropiadores de María Eugenia, acusados de haberla sustraído, ocultado y retenido, acusados también de haberle suprimido su identidad y acusados finalmente de falsificar su partida de nacimiento.
Los acusados son tres: por un lado Osvaldo Rivas y María Cristina Gómez Pinto, que formaban un matrimonio en cuya casa vivió María Eugenia, y por otro el Capitán retirado del Ejército Enrique José Berthier, acusado de habérsela entregado a aquellos.
En el marco del proceso judicial, el 4 de junio de 2003 se emitió una sentencia que declaró la nulidad de la inscripción en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas de la Capital Federal, del nacimiento de María Eugencia Violeta Rivas y dispuso:
“ORDENAR al precitado funcionario público la INMEDIATA INSCRIPCION de María Eugenia Violeta Rivas con sus verdaderos datos filiatorios, quien deberá ser anotada como María Eugenia Sampallo Barragán, hija de Mirta Mabel Barragán y Edgardo Rubén Sampallo, nacida el 8 de febrero de 1978, en Capital Federal”.
El matrimonio estuvo detenido en prisión preventiva hasta principios del año 2006. El militar recibió recientemente una sentencia favorable de excarcelación, pero su libertad no se hizo efectiva porque está apelada. Actualmente cumple prisión preventiva en el Instituto Penal de las Fuerzas Armadas, en un régimen flexible y privilegiado, que le ha permitido por ejemplo realizar más de 7 salidas para atenderse con un odontólogo.
Después de más de cinco años de trámite judicial, y tras infinidad de argucias para dilatar el trámite, sobre todo de Berthier, a mediados del 2006 la causa penal fue elevada al Tribunal Oral Federal Nº 5 para realizar el juicio oral.
Cuando ya casi estaban dadas las condiciones para empezar a definir fechas de las audiencias, la defensa del militar Berthier –los otros dos imputados no lo hicieron-- pidió al Tribunal que se realizara un nuevo examen de ADN de María Eugenia, que estuviera a cargo del Cuerpo Médico Forense.
Sorprendentemente, el Tribunal Oral hizo lugar a esa medida.
Esta decisión no hace otra cosa que poner en peligro el derecho a la identidad no sólo de María Eugenia sino de los 38 nietos recuperados por las Abuelas de Plaza de Mayo mediante el procedimiento establecido en las leyes 23.511 (Banco Nacional de Datos Genéticos) y 25.457 (CONADI).
No existen motivos válidos para repetir un exámen de ADN realizado conforme el procedimiento de las leyes mencionadas, que tiene carácter público, que goza de la imparcialidad e independencia necesarias, y el cual preve la intervención de un representante de la Procuración General y un representante de la Defensoría General. Según el artículo 2, inciso b de la ley 23.511 el organismo oficial para realizar los exámenes de ADN es el Banco Nacional de Datos Genéticos.
En el caso de María Eugenia, además, la certeza absoluta del análisis de ADN se desprende de la sentencia judicial que le restituyó su verdadera identidad y mandó inscribirla en el Registro de las Personas, resolución que se encuentra firme y adquirió el carácter de cosa juzgada.
Pero lo que definitivamente atenta contra el derecho a la identidad de los nietos recuperados, y de los que en el futuro se recuperen, es la decisión del Tribunal Oral Nº 5 de realizar el análsis de ADN de María Eugenia en el Cuerpo Médico Forense.
Esta entidad que actúa en el ámbito del Poder Judicial para asuntos médicos, psicológicos y psiquiátricos, y que ha sido sistemáticamente denunciada por mal desempeño y por malversar informes, no posee ni los medios ni los conocimientos científicos apropiados para realizar un examen de ADN, y lo que hace es “tercerizarlos”, es decir, solicita a entidades privadas que lo realicen (como el “Primer Centro Argentino de Inmunogenética - PRICAI) llegando en ocasiones a suscribir esos estudios como propios, tal cual ocurrió en otra causa penal de apropiación caratulada “Mancuso, Carlos A. y otro s/supresión de identidad”, causa Nº 23.029 del Juzgado Federal 5 de Capital Federal. En esta causa la Cámara Federal de Apelaciones declaró nulos los informes del Cuerpo Médico Forense, algo que no tuvo en cuenta el Tribunal Oral Nº 5.
La decisión de este Tribunal de realizar un nuevo análisis de ADN en el Cuerpo Médico Forense va a ser impugnado por María Eugenia y su abuela ante la Cámara de Casación Penal.
Es que este precedente judicial, al poner en duda el procedimiento público de restitución de identidad utilizado por las Abuelas de Plaza de Mayo y al disponer repetir el examen de ADN en una entidad inidónea que no garantiza las mínimas condiciones de seguridad e imparcialidad, no hace otra cosa que poner en peligro concreto el derecho a la identidad no sólo de María Eugenia sino del resto de los nietos recuperados, y de los que en el futuro se restituyan.

Nota publicada en: Mensuario de Abuelas de Plaza de Mayo Nº 57, noviembre de 2006.

María Eugenia recuperó su identidad

En diciembre de 2001, las Abuelas de Plaza de Mayo hicieron pública la recuperación de la identidad de María Eugenia Barragán y el encuentro con su familia. Ya son 72 los nietos localizados a lo largo de los 24 años de lucha ininterrumpida de la asociación


El 27 de diciembre de 2001 las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron que María Eugenia Barragán recuperó su identidad. Cerraban así un año de intenso trabajo con una
muy buena noticia.
La historia del encuentro número 72 es la siguiente:
En 1980 recibimos la denuncia de la desaparición de Mirta Mabel Barragán y su compañero Leonardo Sampallo el día 6 de diciembre de 1977 de su domicilio en Capital Federal. Mirta
tenía un hijito de 3 años de edad fruto de un matrimonio anterior y estaba a la fecha embarazada de seis meses. La denuncia la realiza en Abuelas de Plaza de Mayo la abuela Azucena Flora Martín de Barragán, quien relata los hechos aclarando que el niño de tres años fue entregado
por la policía al abuelo paterno el día 30 de diciembre del mismo año. El abuelo no supo explicar quién ordenó la entrega ni dónde estuvo el niñito durante esos días, aunque por sus recuerdos había estado en una guarnición policial.
La pareja tenía una actividad gremial, Leonardo en Astilleros de La Plata y Mirta en la fábrica SIAP también de La Plata.
En 1989 se recibieron en nuestra institución denuncias anónimas sobre una criatura apropiada por un matrimonio que la había inscripto como hija propia, lo que motivó una extensa investigación para recopilar las circunstancias y el posible origen de la niña. Tomó entonces también intervención el Poder Judicial de la Nación desde la Procuración General por medio de un representante del Ministerio Público a fin de ordenar la realización de los análisis inmunogenéticos a la menor.
La causa judicial quedó radicada en el Juzgado Federal N° 1 a cargo de la Dra. María Romilda
Servini de Cubría, la que fue informada por los responsables del Banco Nacional de Datos Genéticos de la realización de la prueba hemática por el sistema de HLA, sin resultar informativa de la relación parental posible.
El día 21 de junio del año 2000 se presentó ante la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, que funciona dentro de la Subsecretaría de Derechos Humanos, una joven de nombre María Eugenia, quien sabe desde los siete años que no es hija biológica de quienes le figuraban como padres.
El apropiador de la menor era empleado de Terrabusi, la apropiadora ama de casa, ellos le cuentan historias contradictorias sobre su origen diciéndole que les fue entregada por un militar conforme testimonios obrantes en la ex CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas). La entregaron de dos meses de vida en marzo de 1978 y fue inscripta en mayo del mismo año.
Ante las evidencias y visto que su partida de nacimiento fue firmada por el Dr. Julio César Cáseres Monié, se volvió analizar el día 19 de julio del 2000. El 24 de julio del 2001 se recibió el informe del Banco Nacional de Datos Genéticos que confirmó que María Eugenia es hija de Mirta Barragán con una probabilidad del 99,99%. María Eugenia fue informada de que será notificado el Juzgado competente a los fines de la prosecución de la acción penal. Ante estas evidencias y
la solicitud de María Eugenia de conocer a su familia, Abuelas de Plaza de Mayo se comunicó inmediatamente con la familia Barragán a fin de darles la buena nueva y propiciar el encuentro de la joven con ellos. Rápidamente y con gran emoción se vieron por primera vez, 23 años después, en nuestra sede, compartiendo escenas de profunda emoción, narración de la historia, recuerdos, parecidos y la presencia del hermano, aquel niño de sólo tres añitos que quedó huérfano de su mamá y de una hermanita que esperaba ver nacer.
Su abuela materna y demás familiares denunciaron en la causa abierta hace muchos años a sus
apropiadores y al militar que se presume que la entregó. La jueza actuante Dra. Servini de Cubría toma declaración al apropiador y el mismo se encuentra detenido, siguiendo la investigación en curso, en la búsqueda de la verdad para María Eugenia y sus padres, Mirta y Leonardo. María Eugenia está reconstruyendo su historia y la historia de vida de sus padres mediante una permanente relación con sus familiares.

Nota publicada en: Mensuario Abuelas de Plaza de Mayo, Nº 14, marzo de 2002.